
Todo comenzó unas navidades allá por el año 1985, en el que unos pirados, decidimos de darle una sorpresa a nuestra sobrina Alexandra.
Con unas ropas de nazareno, (bastante descolorida por cierto), un disfraz de Dracula, unos pocos metros de tira borda, y mucha ilusión, nos pusimos (digo nos pusimos, como si yo hubiera dado una puntada) a realisar unos trajes para sus “MAJESTADES DE ORIENTE”. Un corta de aquí, un cose esto allí, una pinza por aquí y unos adornitos, y ya están acabadas.
-¿Oye y las barbas y coronas?
-“No te preocupes que el Juan Jo las hace de cartón dorado, y las barbas de Pichardo