Ante todo seguridad
A pesar de que todos los años hacemos propósito de enmienda, acabamos apedreando a los pobres padres con los caramelos.
Ocurrió un año que con las bromas de tirar caramelos, le dimos en un ojo, a uno de los papas que tan amablemente nos recibe, con tan mala fortuna que le causamos una ulcera en la cornea, menos mal que no fue a mayores.
Para evitar este problema, al año siguiente un ayudante, iba delante de sus majestades abasteciendo de gafas de seguridad, la mayoría de los papás preguntaban, ¿esto para que es?, no te preocupes que en seguida lo sabrás, y a sin evitamos que no volviera a suceder.