Diferente y mejor

Diferente y mejor

Este no será un típico cuento. De hecho, será una historia de vivencias personales.

Cada año, por estas fechas me invade el mayor sentimiento de ilusión que pueda soportar. El nerviosismo incluso me impide dormir.

Pero este año ha sido diferente.

Soy madre desde hace siete meses y 10 días. Los mejores de toda mi vida. Y por primera vez en su vida, mi hija ha visto a los Reyes Magos.

Es pequeña, y no entiende la mayor parte de lo que ve. Pero para mí es el sentimiento mas grande del mundo.

Mi pequeña se sentó a las rodillas de un cartero real y le entregó la carta que yo misma escribí. La curiosidad la hacía mirar al cartero muy fija. Casi sin pestañear.

En la cabalgata, daba grititos, se reía y palmeaba viendo los colores y sintiendo el ambiente festivo.

Y se despertó el dia 6 cuando los Reyes Magos llamaron a mi puerta.

Es casi imposible que describa lo que ella sentía, pero os diré que por su carita podían leerse infinidad de sentimientos.

Curiosidad, un poco de miedo, alegría, ilusión.

Puedo decir que ha sido el día más mágico de mi vida.

Ahora, la veo dormida. Agotada de probar todos los juguetes que le han regalado. De probar sus primeros gusanitos. De intentar abarcar más de lo que puede con sus pequeñas manitas. Y no puedo dejar de pensar en que casi ni vi al cartero, o la cabalgata, o los Reyes, o mis regalos. Pero no me importa.

Este año, la noche de Reyes ha sido muy diferente para mí. Pero también puedo decir que ha sido la mejor de toda mi vida.

Natalia Romero León