El niño que llegó a ser Rey
Hay ocasiones en las que, cuando vemos a los Reyes Magos, parece que son distintos a como los recordábamos.
“Cosa de la magia” pensamos. Y sí, la magia actua, pero también otras circunstancias.
Había una vez un niño que se crío entre los Reyes Magos. Al hacerse mayor lo sabía todo de ellos. Como usaban la magia, donde conseguían los mejores regalos,
la historia de su amistad.
Todo.
la historia de su amistad.
Todo.
Y también sabía que a veces los Reyes Magos enfermaban, o no se sentían lo bastante fuertes. Después de todo, eran muuuuuuy mayores.
- Y si me dejáis a mi entregar los regalos un año. Así podréis descansar un poco.
Los Reyes no estaban seguros de que eso fuese a funcionar, así que primero decidieron probar una cosa.
- Primero vas a acompañarnos a algunas casas. Queremos ver si puedes sernos de ayuda. Serás uno de nuestros pajes.
Como todos sabéis, los Reyes Magos viajan en sus camellos por las casas de todos los niños del mundo. Pero no van ellos tres solos. Otros pajes y camelleros los ayudan en su viaje, encargándose de los animales o de recordarles lo que los niños han pedido ese año.
El muchacho iba muy contento esa noche con ellos. Los ayudó en varias casas y se encargó, en ocasiones, de colocar los juguetes de los pequeños mientras los Reyes despertaban a los niños.
Entonces, en mitad de la noche más mágica del año, los Reyes Magos quisieron recompensar al muchacho.
Después de debatirlo entre ellos, se lo plantearon a él.
- En la siguiente casa, ocuparas el puesto de Gaspar-le dijo Melchor.
- Estoy un poco fatigado y deseo descansar-explicó Gaspar.
El chico no podía estar más contento. Estaba encantado con ayudarles como paje, pero ese era otro nivel. ¡Iba a ser Rey! Pero, ¿cómo lo harían? ¿Tan poderosa era su magia?
- Para poder ocupar su lugar. Deberás llevar su corona.
- La corona, es la que nos hace Reyes Magos por una noche.
El muchacho cogió la corona que le tendían con muchisimo cuidado. estaba bellamente labrada en oro. Con detalles azules y perlas brillantes. Al cogerla se podía sentir la magia.
- Sigues siendo tú. Y siempre lo serás. Pero también recordarás para siempre la ilusión de esta noche.
Desde esa noche, cuando un Rey Mago lo necesita, un muchacho ocupa su lugar. Uno que conozca sus historias y su magia. Uno de sus hijos.