Y por fin 5 de enero, el día más entrañable del año, que siempre parece muy lejano, y que te invita a recordar.




"- a mi si que he sido buena, pero a ti te traerán carbón".



Ya sin perder mas tiempo nos íbamos a la cama. Vueltas y vueltas hasta que el sueño nos vencía.
Entonces, como si no hubiese pasado más de un segundo, nos llovían caramelos.

Seguíamos a los reyes magos al salón y all estaban todos nuestros regalos


y casi siempre un poquito de carbón.


-Tenéis que estudiar un poquito más-decía Melchor.
-Hacerle caso a mama y a papa-continuaba Gaspar.


Después les daban los regalos a
nuestros padres e intentaban hacer funcionar lo que nos habían traído, antes de ir a despertar a otros niños.Ahora a mis 22 años sigo cogiendo todos los caramelos que puedo, intentó a costarme temprano y tras dar 2000 vueltas me duermo, para que como cada año mi cama y la de mis hermanos. se inunde de caramelos, y nos levantemos, poniéndonos las zapatillas una vez al año, y dirigirnos al salón con la misma ilusión de siempre para abrir nuestros regalos.